Cómo funciona la suspensión

Los problemas de suspensión de la moto son algunas de las más frecuentes razones por las cuales muchos motoristas llevan a sus bólidos al taller, sufriendo por tener que gastar mucho dinero debido a los daños provocados por una conducción incorrecta o una carretera en mal estado.

Cierto es que cuando se habla de la suspensión de la motocicleta no se habla sólo de los amortiguadores, sino de un complejo sistema que, aún cuando no se conozca al detalle, si debe tenerse en cuenta a la hora de emprender la delicada tarea de ajustar la suspensión. En primer lugar, hay que levantar la rueda trasera sin que el neumático se separe del piso, y medir la distancia entre el máximo que se pudo levantar y el neumático.
Esta distancia se conoce con el nombre de distancia entre eje y rueda, siendo la que permite visualizar el estado del sistema de suspensión.
Después de verificar dicha distancia es necesario que alguien sujete la parte trasera de la moto, mientras el dueño del vehículo (o la persona que está revisando la suspensión) debe saltar sobre el asiento, dejando que la rueda trasera se asiente en su posición correcta.

En lo que refiere a la suspensión delantera, hay que seguir el mismo procedimiento que en el caso de la suspensión trasera, midiendo, en esta ocasión, la distancia entre la horquilla y la rueda, atando el cable de suspensión una vez controlado el nivel de la misma.
Aunque es algo sencillo, pueden surgir problemas tales como el que las horquillas toquen fondo por no respetar la distancia entre horquilla y rueda (que debe ser de, aproximadamente, 20 milímetros), una suspensión trasera “blanda”, problemas al circular por una curva, y un menor agarre y tracción de la moto.
La mayoría de los problemas mencionados se solucionan con mayor precarga trasera, pero hay que tener cuidado porque esta tarea es muy delicada y puede ser contraproducente hacerla uno mismo si no se cuenta con conocimientos en la materia.

Fuente: De-moto.es